Hay ocasiones en que se sobrevalora Internet. Se nos olvida que simplemente es una gran bodega donde todo mundo mete lo que se le pega la gana y si está ahí es porque alguien se molestó en ponerlo. Y, del mismo modo, si no está, lo más seguro es que nadie se ha molestado en subirlo por mil y unas razones.
Todo se va...
¿Por qué se sube información a Internet? En la mayoría de los casos es por el deseo de compartir algo. En mi caso particular, he deseado compartir información sobre determinadas películas que no vi en su momento porque no tenía la edad para verlas (para ese año de 1981 yo tendría apenas 10).
Buscar información me ha servido, en parte, para conocer algo que me perdí porque o no me interesaba o no podía ver. Sin embargo, como todo trabajo de carácter histórico, es un ir recopilando información de a poco en poco y, como siempre sucede, es un trabajo que queda inconcluso porque faltan datos para ver el cuadro completo.
Así, en la cartelera de 1981 se mencionan películas con títulos muy sugerentes como "Cuando se pierde la virginidad", "Hay que romper la rutina" o "Relaciones: ella fue objeto 'porno'", que, por el puro título dan a suponer que eran de carácter erótico pero que, como se mencionó, con los cambios que se hacen de los nombres de las películas vuelve prácticamente imposible localizarlos en ninguna parte.
Alguien debe tener información, tal vez ya está subida, pero el gran problema es que, como ocurre con los detectives, falta la pista que lleve a otra pista que lleve a otra pista que lleve a la resolución del crimen. Ser investigador tiene mucho de esto, no es sólo poner lo que queremos en Google y ¡ya! No, para nada.